Planeta Tierra, las imágenes con las que la NASA quiere enamorarte…
El amor por la Naturaleza, por nuestro planeta ha de ir más allá de lo contemplativo, de lo sensorial, de un ideal romántico que nos envuelva en ensoñaciones vanas, ególatras o narcisistas, de no acompañarse de una concienciación sobre la encrucijada en la que nos encontramos. ¿Salvamos o no al planeta para así salvarnos?, esa es la gran pregunta.
Sin duda, resulta loable admirar y valorar lo hermoso de nuestro entorno a nivel de entorno inmediato y también planetario, pero es clave tener presente que el planeta agoniza, y que su salvación depende de nosotros. Una salvación de la catastrófica huella humana, con el objetivo de preservarlo para que siga siendo nuestro hogar. Porque, sometiéndolo a dramáticos cambios, como estamos haciendo, el planeta no va a desaparecer pero sí va sufrir cambios que podrían hacernos desaparecer a nosotros. Y, de hecho, si sigue avanzando la Sexta Extinción masiva no vamos a tener donde escondernos.
El panorama será desolador, sucediéndose transformaciones a nivel ecológico y también social, que harán mucho más difícil la vida, poniéndonos contra las cuerdas con mayor frecuencia y gravedad. La ciencia no deja de advertirlo, pero su mensaje no parece calar, sigue sin llegar con la fuerza que debiera. En suma, la laxitud a nivel institucional y ciudadana son el principal problema, ante una cuenta atrás que no se detiene.
Conjurar la mayor amenaza…
Un desolador panorama ante el que urge actuar. Robert Swan, conocido activista que advierte de los peligros que acechan a la Tierra, nos recuerda que “la mayor amenaza para nuestro planeta es la creencia de que otra persona lo salvará”, y en la misma línea hemos de situar dos imágenes finalistas en el emocionante concurso que ha organizado el Observatorio de la Tierra de la NASA con motivo del 50 Aniversario del Día de la Tierra, y del 20 Aniversario del Observatorio de la Tierra.
La imagen no ha sido tomada por un astronauta desde el ventanuco de un satélite ni tampoco es una captura automatizada. Se trata de una visión de la Tierra desde el espacio que fusiona ciencia y arte, basada en datos de múltiples misiones satelitales y el talento de científicos y artistas gráficos de la NASA, reza la descripción que se incluye en su ficha.
Un planeta al que amar y cuidar
El grueso de los datos satelitales a partir de los que se elaboró luego la imagen se obtuvieron el día del 9 de octubre de 2007, y constituye “una ventana desde la que mirar con la curiosidad que nos ayuda a entender mejor el mundo en el que vivimos, un planeta al que amar, cuidar y del que esperar también”.
Las dos imágenes, tituladas “Canicas azules gemelas”, buscan enamorar y concienciar para llamar a la acción, y muestran los dos hemisferios de la Tierra. Aunque su punto fuerte no sea la sorpresa, pues estamos acostumbrados a ellas, no por ello deja de ser la combinación perfecta entre tecnología y magia. Tomadas en octubre de 2007, según la NASA, representan una fusión de ciencia y arte, y son “una visión de la Tierra desde el espacio que fusiona ciencia y arte, basada en datos de múltiples misiones satelitales y el talento de científicos y artistas gráficos de la NASA”.
En la NASA trabajan profesionales muy vocacionales, dedicados en cuerpo y alma a entender los resortes de nuestro hogar, buscando que estas imágenes “inspiren a las personas a apreciar la belleza de nuestro planeta y aprender sobre el sistema de la Tierra”, por lo que los desarrolladores de estas imágenes alientan a los lectores a reutilizar y publicar las imágenes libremente. Así los hemos hecho, felizmente afectados por una curiosidad infinita y una sobredosis de deleite estético, el inevitable Síndrome de Sthendal…
Un adorable Frankenstein
Su descripción es sugerente y revela interesantes detalles: “Las nubes de un día. La forma y textura de la tierra. El océano viviente. La ciudad se enciende como un faro de presencia humana en todo el mundo. Esta vista increíblemente hermosa de la Tierra desde el espacio es una fusión de ciencia y arte, un escaparate de la tecnología de teledetección que hace posible tales puntos de vista, y un testimonio de la pasión y la creatividad de los científicos que dedican sus carreras a comprender cómo la tierra, el océano y la atmósfera, incluso la vida misma, interactúan para generar el ambiente único que sostiene la vida (¡hasta donde sabemos!).
Basándose en datos de múltiples misiones satelitales (no todas recopiladas al mismo tiempo), un equipo de científicos y artistas gráficos de la NASA creó capas de datos globales para todo, desde la superficie terrestre hasta el hielo marino polar y la luz reflejada por la clorofila en los miles de millones de plantas microscópicas que crecen en el océano. Envolvieron estas capas alrededor de un globo terráqueo, lo colocaron sobre un fondo negro y simularon el borde brumoso de la atmósfera de la Tierra (la extremidad ) que aparece en la fotografía de astronautas de la Tierra”.
La capa de superficie terrestre se basa en observaciones de reflectancia de superficie tipo foto (luz solar reflejada) medidas por el espectroradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) en el satélite Terra de la NASA en julio de 2004.
La capa de hielo marino cerca de los polos proviene de observaciones de Terra MODIS de hielo marino diurno observadas entre el 28 de agosto y el 6 de septiembre de 2001.
La capa oceánica es un compuesto. En áreas de aguas poco profundas, la capa muestra reflectancias superficiales observadas por Terra MODIS en julio de 2004. En el océano abierto, la capa con forma de foto se superpone con observaciones del contenido promedio de clorofila del océano para 2004. Aqua MODIS de la NASA recolectó los datos de clorofila.
La capa de nubes muestra una instantánea de nubes de un solo día observada por Terra MODIS en todo el planeta el 29 de julio de 2001.
Las luces de la ciudad en el lado nocturno de la Tierra se visualizan a partir de los datos recopilados por la misión del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa entre 1994-1995.
La capa de topografía se basa en datos de radar recopilados por el transbordador espacial Endeavour durante una misión de 11 días en febrero de 2000.
La topografía sobre la Antártida proviene del Proyecto de Cartografía Antártica Radarsat, versión 2.
La mayoría de las capas de datos en esta visualización están disponibles como compuestos mensuales como parte de la colección de imágenes Blue Marble Next Generation de la NASA .
Las imágenes de la colección aparecen en proyección cilíndrica (mapas rectangulares) y están disponibles a una resolución de 500 metros. Las imágenes grandes proporcionadas arriba son las versiones de tamaño completo de estos globos. Con la esperanza de que estas imágenes inspiren a las personas a apreciar la belleza de nuestro planeta y aprender sobre el sistema de la Tierra, los desarrolladores de estas imágenes alientan a los lectores a reutilizar y publicar las imágenes libremente”.
Para finalizar, solo una pregunta: ¿Y entonces, lo han conseguido desde la NASA, te has enamorado del adorable Frankenstein que representa a nuestro frágil y hermoso planeta…?