Nevera organizada: tirar menos y ahorrar
No despilfarrar y no tirar comida es un doble beneficio que podemos conseguir fácilmente gracias a una mejor organización de los alimentos en la nevera. Además de tener en cuenta las fechas de caducidad, de consumo preferente y de aspecto de los alimentos, prevenir será sencillo si aprendemos a guardar los alimentos para un consumo más eficiente.
No olvidemos que el frigorífico es uno de los electrodomésticos que más energía consumen, por lo que optar por los modelos de menor gasto energético con el A y sus pluses (+++ los tres pluses son la clase de mayor eficiencia y una nevera con esta clasificación consumirá 175 kWh anuales) es siempre un primer paso positivo entre los consejos básicos para hacer ahorrar dinero y hacer gestos verdes que ayuden a cuidar el planeta.
Organización sencilla y eficaz
La sencilla regla de tener a la vista los alimentos más antiguos es fundamental, para lo que no solo habremos de colocar la comida nueva delante sino también jugar con las diferentes alturas y hacer revisiones periódicas, de tan solo unos segundos de vez en cuando bastará. Será más complicado cuanto más llena esté la nevera, y al contrario, no nos costará apenas esfuerzo si en ella hay espacio se sobra.
Conocer los diferentes espacios de la nevera por su nivel de frío y colocar los alimentos correspondientes en su lugar supone respetar las recomendaciones de los fabricantes y dar más vida útil a los alimentos. Y conseguiremos un mejor resultado aún si además usamos diferentes recipientes para conservar sus cualidades organolépticas, es decir, para que no se mezclen o pierdan sabores y olores.
En algunos casos bastará con colocarlos directamente en las respectivas estanterías de la puerta u otras que encontremos expresamente diseñadas para su conservación y no siempre hay que conservar sus envases originales o usar recipientes herméticos, que por lo general serán más prácticos si son transparentes como el vidrio, pues son transparentes y además evitamos el plástico, siempre más tóxico aunque no tenga BPA.
No abrir la nevera en exceso, solo lo necesario para introducir o coger o mantener su limpieza con agua y bicarbonato pasado con un paño húmedo también ayudará a ahorrar y prolongar la durabilidad de los alimentos, así como a consumirlos en las mejores condiciones.
Comprar menos y eco
Si solemos tirar comida por haber comprado demasiada, el precio más elevado de la comida ecológica que nos parecía prohibitivo puede actuar de freno para comprar más cantidad de la necesaria. Además, lo bio suele tener más nutrientes en cada pieza por lo que nos alimentaremos mejor y la nevera estará más sobrecargada y será más fácil ir dando salida a los productos.
Aunque la putrefacción y la contaminación cruzada son más habituales en neveras poco organizadas, a veces basta con dejar espacio entre los alimentos, no tapar unos con otros ni sobrecargar la nevera para lograr una mejora en vida útil de los alimentos.
Algunos alimentos que solemos refrigerar puede que no necesiten nevera, y no solo se trata de los típicos productos de despensa, por lo que en función de la temperatura ambiente y tiempo previsto de consumo podemos ahorrar espacio en la nevera y tener a la vista fruta o vegetales en bonitos fruteros, sin olvidar que los productos maduros pueden acelerar la maduración de otros con los que están en contacto o cercanos. Decorar la cocina con una huevera, por ejemplo, es otra posibilidad, siempre que respetemos la fecha de caducidad impresa en cada huevo y no haya cambios de temperatura acusados, por lo que no es una buena idea la cercanía a los fogones.