Consejos verdes para tu jardín y piscina
Tener un jardín o una piscina eco-amigables va más allá de atraer biodiversidad a él o, por ejemplo, de utilizar alternativas a los productos químicos para tratar el agua, respectivamente. Dentro del concepto ecológico también se engloba todo aquello que nos permita mejorar la sostenibilidad de los recursos empleados, desde el agua hasta las plantas.
Evitar el despilfarro es una máxima que debemos cumplir de forma general si pretendemos una sostenibilidad tanto en el jardín como en la piscina. Traducido a lo concreto, se aconseja reducir al mínimo el uso de herramientas eléctricas, los abonos químicos (sustituir por compostaje doméstico) y realizar un riego ahorrativo, ya sea mediante un riego por goteo, recogida de agua de lluvia en barriles o utilizando agua residual.
Las plantas estacionales suponen un derroche, así como las que requieren un riego constante. Tampoco se trata de llenar el jardín de cactus, pero sí son aconsejables los árboles (son bonitos, dan sombra y atraen biodiversidad) por resultar una inversión a largo plazo, ya que pueden llegar a ser centenarios. Elegir el adecuado por clima y tamaño, así como una ubicación adecuada será clave para plantarlo con éxito y obtener un óptimo resultado.
Plantar árboles
Otra interesante opción es plantar especies amenazadas locales para así ayudar a equilibrar de nuevo el entorno. Igualmente, si cubrimos nuestra fachada con hiedra o con algún otro tipo de plantas de hoja perenne a modo de jardín vertical obtendremos un perfecto aislante del frío y del calor en el interior de la vivienda.
La piscina sostenible alude, por un lado, a su misma construcción o diseño. Hablamos de piscinas integradas en el entorno, que no emplean hormigón para su construcción. Más bien parecen estanques que invitan al baño, a menudo construidas con arena de cuarzo u otros materiales naturales que suponen un menor impacto ambiental.
El mantenimiento del agua es otro aspecto que puede mejorar la sostenibilidad. Puesto que son grandes consumidoras de agua y convencionalmente requieren el uso de productos químicos, habrá que combatir estos dos aspectos para mejorar.
Además, cuanto menos energía se utilice para el tratamiento del agua también será más sostenible. En la práctica, reparemos las fugas para no malgastar agua, prescindamos de la iluminación o empleemos luces LED, tratémosla durante todo el año para no tener que vaciarla y coloquemos una lona u otro tipo de cubierta para evitar que el agua se evapore.