Ideas y consejos para disfrutar de la Naturaleza dando paseos en bici
Las bicicletas son el medio de transporte más sostenible, pero sus ventajas verdes trascienden su baja huella de carbono. Pedalear rodeados de un paisaje natural es un gran privilegio que nos permite disfrutar del entorno casi con todos los sentidos, de una manera única.
¿Pero, cómo hacerlo? Simplemente, poniéndonos en marcha. Aunque hay algunas medidas de seguridad vial que tener en cuenta, como dijo Machado, “se hace camino al andar pedalear” pedalear, sin carril bici que valga ni rutas prefijadas. En estos casos, más que nunca, la bici es libertad…
Senderismo sobre dos ruedas
Empecemos por los paseos estrella. Esos fascinantes trayectos en los parques naturales. Y es que si el senderismo es una opción estupenda para disfrutar de la Naturaleza, también existen senderos para bicicletas, en este caso, son caminos utilizados para recorrerlos a pie, por lo que quizá haya alguna prohibición al respecto.
Rara vez encontraremos carriles bici especiales, como puedan serlo los urbanos, pero será suficiente con encontrar un sendero si cortes, que permita hacer un paseo ligero por parques o entornos naturales amplios. Idealmente, los paseos tendrán la anchura suficiente para que, siempre que esté permitido, podamos recorrerlos juntos, de dos en dos.
Lo suyo, además, es optar por la bici de montaña y, ya puestos, también es recomendable no llevar auriculares. Dejarse llevar por la experiencia escuchando los sonidos y aromas de la Naturaleza, su increíble belleza y, por otro lado, estando antentos a posibles cambios de tiempo para volver cuanto antes o para buscar un refugio (nunca debajo de un árbol si hay aparato eléctrico). No en vano, en plena Naturaleza a menudo hay chaparrones y tormentas repentinas.
¿Pasear por la carretera?
Por lo general, llegar hasta un entorno verde requiere trasladar la bici hasta él o utilizarla como medio de transporte para llegar a él, lo que implica recorrer tramos de carretera.
Como es sabido, existen bicicletas de carretera, también conocidas como bicis de carreras. Lógicamente, no es imprescindible, elegirlas, pero sí habría que valorar su conveniencia en función del uso (quizá también la queramos usar para movernos por la ciudad) y asiduidad.
De hecho, hay bicis de carretera de distintos tipos. No todas son de competición, algunas de ellas son para principiantes y priman la velocidad en mayor o menor medida o más bien el placer de pedalear.
Si, por un lado, el uso de las bicis para transitar por vías interurbanas suele estar asociado a los ciclistas aficionados y profesionales, en la práctica tiene por qué ser así. Vaya por delante, eso sí, que la carretera es un lugar especialmente peligroso para los ciclistas, y que respetar al máximo las normas de tráfico no garantiza, ni mucho menos, la seguridad vial.
Tambien hay bonitas y originales iniciativas que proponen disfrutar de la Naturaleza en sobre dos ruedas, como la iniciativa Bicis & Aves, del Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana que organiza excursiones para dar a conocer las rutas ornitológicas.
El objetivo es doble: que la gente haga deporte y concienciarla sobre la importancia de preservar la flora y fauna del lugar. En concreto, se promocionan los cinco senderos de turismo ornitológico de Aznalcázar, La Puebla del Río, Isla Mayor, Villamanrique de la Condesa y Pilas.
Tren, senderismo y bicicleta
La combinación perfecta para muchos y, incluidos aquellos que buscan hacer compatible su ocio con el respeto al medio ambiente, nos la ofrece la nueva ruta de Santiago del Tren del Peregrino, un tren turístico que además de ofrecer alojamiento a bordo y poderse realizar la etapa andando o en el coche de San Fernando, como manda la tradición, también permite hacerla en bici.
Dentro de unas limitaciones razonables, de una bici por persona y hasta un máximo de diez bicicletas por tren, el recorrido consta de cinco días y cuatro noches, en las que poder combinar el placer de viajar con baja una huella de carbono y disfrutar de la Naturaleza practicando senderismo o en bici.
Igualmente, los trenes de cercanías permiten subir la bicicleta, restringiéndose a una por viajero. Una oportunidad de oro para trazarse rutas aprovechando las numerosas paradas que realizan. Ahora, con las facilidades que nos da la red, es más fácil que nunca planear rutas que combinen el tren y la bici, solos o en compañía.
En el AVE, trenes de larga distancia y Avant para trayectos nacionales, puede viajarse con bicicleta de forma gratuita, si bien es necesario obtener un billete especial y las condiciones varían en función de esté desmontada o plegada. Por lo tanto, es imporante informarse sobre las condiciones exigidas en cada tipo de tren para no llevarnos sorpresas.
Y, por supuesto, subirnos a la bicicleta para disfrutar de la Naturaleza también puede significar bajarnos de ella para continuar con nuestro paseo. El simple hecho de llegar a un destino pedaleando ya transforma la experiencia, por corto que sea el trayecto.
Ya sea para dejarla apoyada en una valla e iniciar un paseo caminando, para ir hasta la misma orilla de la playa o para llegar a cualquier otro destino, como, por ejemplo, un lugar donde hacer un picnic o un frondoso árbol bajo el que leer nuestra novela favorita o tumbarse para relajarse…
El paseo previo en bicicleta tendrá ya sabor a Naturaleza. Aunque no estemos rodeados de verde, ir acercándonos a ese horizonte, a ese lugar maravilloso al que vamos será gratificante, emocionante… Como suele decirse, lo importante no es solo llegar a un destino, sino disfrutar del camino.