San Valentín suele estar lleno de cenas a la luz de las velas, flores y regalos. Pero ¿y si este año lo celebramos de una manera distinta? ¿Y si en lugar de solo pensar en el amor romántico, también celebramos el amor que nos une a la naturaleza? 
Ser ecológico no significa renunciar a la diversión. Al contrario, muchas actividades sostenibles pueden ser una forma creativa y entretenida de disfrutar el tiempo libre, conectar con los demás y mejorar nuestro bienestar. Desde explorar la naturaleza hasta cocinar de manera responsable, existen muchas maneras de divertirse mientras se contribuye al cuidado del planeta.
El reciclaje creativo es coser y cantar cuando se trata de decorar interiores con ideas que suponen sencillamente una reutilización. En el reciclaje de maletas encontramos mil posibilidades con solo colocarlas en un rincón del hogar. Lograremos un rincón con encanto solo dejando que el gato descanse sobre ella o dentro, o usándolas como revisteros …