Vamos al bosque, de la mano de Benedetti…
La sensibilidad poética de Mario Benedetti brilla de forma especialmente hermosa cuando escribe sobre la Naturaleza. En el último párrafo, su pluma sobrevuela un bosque, cualquier bosque en realidad, para adentrarse en él, dejándose caer, acariciándolo todo, haciéndole cosquillas y destilando magia…
Con su varita mágica, la Naturaleza recobra la dignidad que le fue robada en este mundo poco amigo de los sentimientos puros de fascinación y comunión con el entorno. De nuevo, volvemos a su libro ‘La primavera con una esquina rota’, esta vez no para evocar las playas salvajes, sino para ir de su mano al bosque, un lugar en el que abrazar, acariciar a un árbol es dialogar con uno mismo y con el entorno de un modo único.
Sus pinceles dibujan un lugar fantástico sin añadir ni un ápice de ficción, sencillamente volviendo a conceder todo el protagonismo a sus protagonistas: el ser humano y la Naturaleza. Sin duda, otra manera de luchar contra la deforestación, de reivindicar la preservación del planeta, de descontaminar a golpe de palabras. De brindarnos, en definitiva, una atmósfera y mirada puras, primigenias, que nos devuelven a los orígenes aunque solo sea por unos instantes…
“Fue de las pocas veces que escuché, vi, olí, palpé y gusté la naturaleza. Los pájaros se acercaban y no se espantaban de mi presencia. Tal vez me confundieron con un arbolito o matorral. Por lo general el viento era suave y quizá por eso los grandes árboles no discutían, sino simplemente intercambiaban comentarios, cabeceaban con buen humor, me hacían señales de complicidad. A veces me apoyaba en algunos de los más viejos y la corteza rugosa me transmitía una comprensión casi paternal. Repasar la corteza de un árbol experimentado es como acariciar la crin de un caballo que uno monta a diario. Se establece una comunicación muy sobria (no empalagosa, como suele ser la relación con un perro insoportablemente fiel) pero lo bastante intensa como para que después uno la eche de menos cuando uno vuelve al trajín de la ciudad”.